El arquitecto suizo Peter Zumthor, en su libro. Atmósferas (Gustavo Gili, 2008) , entre otras cosas, dice lo siguiente: "Entro en un edificio, veo un espacio y percibo una atmósfera, y, en décimas de segundo, tengo una sensación de lo que es. La atmósfera habla a una sensibilidad emocional, una percepción que funciona a una increíble velocidad y que los seres humanos tenemos para sobrevivir. No en todas las situaciones queremos recapacitar durante mucho tiempo sobre si aquello nos gusta o no, sobre si debemos salir corriendo de allí. Hay algo dentro de nosotros que nos dice enseguida un montón de cosas: un entendimiento inmediato, un rechazo inmediato. Naturalmente, conocemos bien la respuesta en el ámbito de la música. En el primer movimiento de la sonata para viola de Brahms (Sonata nº 2 en mi bemol mayor para viola y piano), cuando entra la viola, en un par de segundos ya está ahí, y no sé bien por qué. Y algo parecido ocurre en el ámbito de la arquitectura. No tan poderosa como en la más grande de las artes, la música, pero también está ahí".

Mi deseo seria crear en este blog una atmósfera, nada más que una atmósfera.


jueves, 3 de febrero de 2011

Cela & Umbral





Camilo sonríe con su media sonrisa partida por la vida, el toro o la Legión. Evita siempre reír.
- Como sabes, Paco (Umbral ) , yo llevé la primera barba contestataria de España. Luego, cuando empezaron a dejarse barba los funcionarios de la Caja Postal de Ahorros, comprendí que ya no valía la pena.
- Vuestra generación, Camilo, fuisteis muy putañeros.
- Es cierto, en el San Camilo queda claro. Pero la puta era nuestro Freud. Íbamos a ella a confesamos, a psicoanalizamos.
- ¿Y escuchaban de verdad?
- Claro, coño, escuchaban mejor que nadie, para eso las pagábamos.
- Verás, Paco, yo se lo dije a Arias Salgado cuando me prohibió La colmena: "Nadie es capaz de recitar cinco ministros del XIX. En cambio, los escritores nos los sabemos a todos. Dentro de cien años, a usted le confundirán con Arias.Navarro, pero yo estaré en los sellos de correos y en los billetes, naturalmente. Ahora hay uno de quinientas, con Rosalía. Yo, siempre que me toca, lo rompo. No me gusta que anden manoseando a la gente que quiero.
-En esto hay que tener una voz propia, Paco, siempre te lo he dicho. Tú tienes una voz propia. Hay que ser animal literario, y si no, es mejor no andar mareando. Animales literarios son Baroja, Azorín, Valle, Ruano. Luego están los que suenan a lo que han leído y nada más.
- Y las mujeres?
- Yo, Paco, procuro dejarlas bien colocadas. Y me parece que tú también. Yo les pongo una lotería o un estanco.
Publicado en "El Pais" (27 de febrero de 1984)


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