El arquitecto suizo Peter Zumthor, en su libro. Atmósferas (Gustavo Gili, 2008) , entre otras cosas, dice lo siguiente: "Entro en un edificio, veo un espacio y percibo una atmósfera, y, en décimas de segundo, tengo una sensación de lo que es. La atmósfera habla a una sensibilidad emocional, una percepción que funciona a una increíble velocidad y que los seres humanos tenemos para sobrevivir. No en todas las situaciones queremos recapacitar durante mucho tiempo sobre si aquello nos gusta o no, sobre si debemos salir corriendo de allí. Hay algo dentro de nosotros que nos dice enseguida un montón de cosas: un entendimiento inmediato, un rechazo inmediato. Naturalmente, conocemos bien la respuesta en el ámbito de la música. En el primer movimiento de la sonata para viola de Brahms (Sonata nº 2 en mi bemol mayor para viola y piano), cuando entra la viola, en un par de segundos ya está ahí, y no sé bien por qué. Y algo parecido ocurre en el ámbito de la arquitectura. No tan poderosa como en la más grande de las artes, la música, pero también está ahí".

Mi deseo seria crear en este blog una atmósfera, nada más que una atmósfera.


lunes, 24 de enero de 2011

Jean Moulin y su ejercito de sombras



19 Dic 1964, André Malraux pronuncia su inolvidable  discurso con  ocasión del traslado al Panteón  de las cenizas de Jean Moulin (lider del Consejo Nacional de Resistencia , torturado por la Gestapo en la Francia ocupada )  
 «...Entra aquí, Jean Moulin, con tu poderoso séquito; con aquellos que murieron en los sótanos sin haber hablado, como tú, o incluso, más atroz si cabe, habiendo hablado; con aquellos vestidos a rayas y rapados de los campos de concentración; con el último cuerpo por tierra de las aterradoras líneas de Nuit et Brouillard, finalmente derribado a culatazos; con los ocho mil franceses que no volvieron de las cárceles; con la última mujer muerta en Ravensbrück por haber dado asilo a uno de los nuestros. Entra, con el pueblo nacido de la sombra y desaparecido con ella- nuestros hermanos de la orden de la Noche…» (...)

(...)Escucha hoy, juventud de Francia, lo que fue para nosotros el Cántico de la Desdicha. Es la marcha fúnebre de las cenizas que entran aquí ahora. Junto a las de Carnot con los soldados del año II, las de Victor Hugo con los Miserables, de las de Jaurès veladas por la Justicia, que descansen con su largo cortejo de sombras desfiguradas. Que hoy, juventud, puedas pensar en este hombre como si hubieras acercado tus manos a su pobre cara deformada del último día, a sus labios que no hablaron, pues ese día ésa era la cara de Francia. »


No hay comentarios: