El arquitecto suizo Peter Zumthor, en su libro. Atmósferas (Gustavo Gili, 2008) , entre otras cosas, dice lo siguiente: "Entro en un edificio, veo un espacio y percibo una atmósfera, y, en décimas de segundo, tengo una sensación de lo que es. La atmósfera habla a una sensibilidad emocional, una percepción que funciona a una increíble velocidad y que los seres humanos tenemos para sobrevivir. No en todas las situaciones queremos recapacitar durante mucho tiempo sobre si aquello nos gusta o no, sobre si debemos salir corriendo de allí. Hay algo dentro de nosotros que nos dice enseguida un montón de cosas: un entendimiento inmediato, un rechazo inmediato. Naturalmente, conocemos bien la respuesta en el ámbito de la música. En el primer movimiento de la sonata para viola de Brahms (Sonata nº 2 en mi bemol mayor para viola y piano), cuando entra la viola, en un par de segundos ya está ahí, y no sé bien por qué. Y algo parecido ocurre en el ámbito de la arquitectura. No tan poderosa como en la más grande de las artes, la música, pero también está ahí".

Mi deseo seria crear en este blog una atmósfera, nada más que una atmósfera.


lunes, 18 de octubre de 2010

De chatos


R.Doisneau acudia a un pequeño café de la rue de Seine, donde solia  reunirse con algunos amigos . Un dia  distingue a una muchacha encantadora  bebiendo un vaso de vino en la barra junto a un señor de cierta edad que la mira con una sonrisa a la vez divertida y golosa. Doisneau les pide permiso para fotografiarlos. Aceptan. La foto aparece en la revista Le Point, en el número dedicado a las tascas.
 Poco después, esa foto aparece en un modesto periódico, editado por la liga contra el alcoholismo para ilustrar un artículo sobre la acción malsana de las bebidas alcohólicas. El señor, que es profesor de dibujo se disgusta: "Me van a tomar por un borracho", se queja al fotógrafo que le manifiesta su pesar, diciéndole que no puede controlar el uso que se hace de sus fotos. Pero la situación empeora cuando la misma foto aparece en una revista de escándalos . El texto que ahora acompaña a esa foto ahora dice: "Prostitución en los Champs Elysées" Esta vez el profesor de dibujo reacciona furibundo e intenta un proceso contra la revista, la agencia y el fotógrafo.

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