El arquitecto suizo Peter Zumthor, en su libro. Atmósferas (Gustavo Gili, 2008) , entre otras cosas, dice lo siguiente: "Entro en un edificio, veo un espacio y percibo una atmósfera, y, en décimas de segundo, tengo una sensación de lo que es. La atmósfera habla a una sensibilidad emocional, una percepción que funciona a una increíble velocidad y que los seres humanos tenemos para sobrevivir. No en todas las situaciones queremos recapacitar durante mucho tiempo sobre si aquello nos gusta o no, sobre si debemos salir corriendo de allí. Hay algo dentro de nosotros que nos dice enseguida un montón de cosas: un entendimiento inmediato, un rechazo inmediato. Naturalmente, conocemos bien la respuesta en el ámbito de la música. En el primer movimiento de la sonata para viola de Brahms (Sonata nº 2 en mi bemol mayor para viola y piano), cuando entra la viola, en un par de segundos ya está ahí, y no sé bien por qué. Y algo parecido ocurre en el ámbito de la arquitectura. No tan poderosa como en la más grande de las artes, la música, pero también está ahí".

Mi deseo seria crear en este blog una atmósfera, nada más que una atmósfera.


lunes, 28 de enero de 2013

Buñuel&Carriére

Jean Claude Carrière colaboro con Luis Buñuel en “Diario de una camarera” (1964), le seguirían cinco películas más: “Belle de jour” (1967), “La Vía Láctea” (1969), “El discreto encanto de la burguesía” (1972), “El fantasma de la libertad” (1974) y “Ese oscuro objeto del deseo” (1977). 
Acerca de su maestro suele comentar que era un hombre muy moral. Decía lo que no hago por un dólar, no lo hago por un millón de dólares, es un argumento básico, de cómo escoger. De decir sí o no a un trabajo, un proyecto y que desde luego un lema que  trato de seguir.

El consejo número dos para los jóvenes guionistas es conocer las reglas cinematográficas. Es absolutamente indispensable conocer el lenguaje cinematográfico. Se equivoca el escritor que puede trasladar su idea en papel a la pantalla sin problemas, esto no es fácil. Como decía Luis se puede poner cualquier cosa, menos, cualquier cosa”.
Y después … paciencia, mucho trabajo y un poco de suerte.

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