El arquitecto suizo Peter Zumthor, en su libro. Atmósferas (Gustavo Gili, 2008) , entre otras cosas, dice lo siguiente: "Entro en un edificio, veo un espacio y percibo una atmósfera, y, en décimas de segundo, tengo una sensación de lo que es. La atmósfera habla a una sensibilidad emocional, una percepción que funciona a una increíble velocidad y que los seres humanos tenemos para sobrevivir. No en todas las situaciones queremos recapacitar durante mucho tiempo sobre si aquello nos gusta o no, sobre si debemos salir corriendo de allí. Hay algo dentro de nosotros que nos dice enseguida un montón de cosas: un entendimiento inmediato, un rechazo inmediato. Naturalmente, conocemos bien la respuesta en el ámbito de la música. En el primer movimiento de la sonata para viola de Brahms (Sonata nº 2 en mi bemol mayor para viola y piano), cuando entra la viola, en un par de segundos ya está ahí, y no sé bien por qué. Y algo parecido ocurre en el ámbito de la arquitectura. No tan poderosa como en la más grande de las artes, la música, pero también está ahí".

Mi deseo seria crear en este blog una atmósfera, nada más que una atmósfera.


martes, 22 de enero de 2013

Las sombras de la tarde

 Suzanne Deschevaux-Dumesnil, la pareja de Samuel Beckett, tras colgar el telefono se volvió hacia él y exclamó: "Quelle catastrophe!" Era el 23 de octubre de 1969 y acababan de comunicarle que Beckett había obtenido el Premio Nobel de Literatura, mala noticia para quien había hecho del fracaso uno de los ejes centrales de su obra
Beckett murió el 22 de diciembre de 1989, sin haber dejado de beber ni de fumar y, en líneas generales, la proximidad de la muerte no parecio generarle  ningún tipo de temor ni de esperanza. A pesar de ello, y en presencia de una de los últimos amigos que lo visitaron, Beckett entonó uno de los himnos de la Iglesia de Irlanda: "Ahora el día ha terminado / la noche ya nos ronda, / las sombras de la tarde / huyen por el cielo"
 ( Foto de Peter Zeglis )

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