El arquitecto suizo Peter Zumthor, en su libro. Atmósferas (Gustavo Gili, 2008) , entre otras cosas, dice lo siguiente: "Entro en un edificio, veo un espacio y percibo una atmósfera, y, en décimas de segundo, tengo una sensación de lo que es. La atmósfera habla a una sensibilidad emocional, una percepción que funciona a una increíble velocidad y que los seres humanos tenemos para sobrevivir. No en todas las situaciones queremos recapacitar durante mucho tiempo sobre si aquello nos gusta o no, sobre si debemos salir corriendo de allí. Hay algo dentro de nosotros que nos dice enseguida un montón de cosas: un entendimiento inmediato, un rechazo inmediato. Naturalmente, conocemos bien la respuesta en el ámbito de la música. En el primer movimiento de la sonata para viola de Brahms (Sonata nº 2 en mi bemol mayor para viola y piano), cuando entra la viola, en un par de segundos ya está ahí, y no sé bien por qué. Y algo parecido ocurre en el ámbito de la arquitectura. No tan poderosa como en la más grande de las artes, la música, pero también está ahí".

Mi deseo seria crear en este blog una atmósfera, nada más que una atmósfera.


miércoles, 14 de noviembre de 2012

Consejo de sabios

En aquel lejano país ya no se hablaba de otra cosa . Una gallina había descubierto el modo en que podrían solucionarse la mayoría de los problemas que preocupaban a los hombres . El rey la recibió en audiencia  y después de escuchar con atención sus teorías no había el mas mínimo margen de duda : había descubierto el secreto que permitiría a todos sus subditos alcanzar las más altas cotas de bienestar y afrontar con serena tranquilidad lo que el futuro les deparase.
Fue a solicitud de su majestad  cuando el Consejo de Sabios tuvo entonces ocasión de escucharla con atención . Los 7 sabios pidieron entonces meditar durante unas horas acerca de las recomendaciones sugeridas. Mientras   la gallina fue conducida a un salón contiguo donde ansiosa aguardo el veredicto de tan ilustres hombres
Tras una hora de deliberación  , los sabios decidieron por unanimidad y antes de que fuese demasiado tarde , comerse a la gallina

Foto de Inge Morath

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