El arquitecto suizo Peter Zumthor, en su libro. Atmósferas (Gustavo Gili, 2008) , entre otras cosas, dice lo siguiente: "Entro en un edificio, veo un espacio y percibo una atmósfera, y, en décimas de segundo, tengo una sensación de lo que es. La atmósfera habla a una sensibilidad emocional, una percepción que funciona a una increíble velocidad y que los seres humanos tenemos para sobrevivir. No en todas las situaciones queremos recapacitar durante mucho tiempo sobre si aquello nos gusta o no, sobre si debemos salir corriendo de allí. Hay algo dentro de nosotros que nos dice enseguida un montón de cosas: un entendimiento inmediato, un rechazo inmediato. Naturalmente, conocemos bien la respuesta en el ámbito de la música. En el primer movimiento de la sonata para viola de Brahms (Sonata nº 2 en mi bemol mayor para viola y piano), cuando entra la viola, en un par de segundos ya está ahí, y no sé bien por qué. Y algo parecido ocurre en el ámbito de la arquitectura. No tan poderosa como en la más grande de las artes, la música, pero también está ahí".

Mi deseo seria crear en este blog una atmósfera, nada más que una atmósfera.


miércoles, 25 de abril de 2012

Ceramic Clock by G. Nelson

Corrian los años 50  y en  EEUU existia fe ciega en el progreso y una economía en crecimiento . George Nelson reinterpretaba de un modo  poco convencional objetos cotidianos como lámparas, relojes de pared , ect  para esa inmensa minoria que  querían ser modernos.
Las características más llamativas de los Ceramic Cloks son su carácter alegre y su aspecto de esculturas.
Desde el punto de vista formal, el aspecto a veces geométrico y a veces orgánico de estos relojes de mesa no dejan de recordarnos  esculturas de artistas como Constantin Brancusi o Isamu Noguchi.

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