El arquitecto suizo Peter Zumthor, en su libro. Atmósferas (Gustavo Gili, 2008) , entre otras cosas, dice lo siguiente: "Entro en un edificio, veo un espacio y percibo una atmósfera, y, en décimas de segundo, tengo una sensación de lo que es. La atmósfera habla a una sensibilidad emocional, una percepción que funciona a una increíble velocidad y que los seres humanos tenemos para sobrevivir. No en todas las situaciones queremos recapacitar durante mucho tiempo sobre si aquello nos gusta o no, sobre si debemos salir corriendo de allí. Hay algo dentro de nosotros que nos dice enseguida un montón de cosas: un entendimiento inmediato, un rechazo inmediato. Naturalmente, conocemos bien la respuesta en el ámbito de la música. En el primer movimiento de la sonata para viola de Brahms (Sonata nº 2 en mi bemol mayor para viola y piano), cuando entra la viola, en un par de segundos ya está ahí, y no sé bien por qué. Y algo parecido ocurre en el ámbito de la arquitectura. No tan poderosa como en la más grande de las artes, la música, pero también está ahí".

Mi deseo seria crear en este blog una atmósfera, nada más que una atmósfera.


miércoles, 21 de marzo de 2012

Oblomov y su rebelión silenciosa

VILA MATAS  en su articulo " El joven tumbado "  la señala como  una de las mejores novelas escritas sobre la ociosidad 
"Oblómov "  , escribe Vila Matas "es la historia  de un joven y desvalido aristócrata, incapaz de hacer nada con su vida. Duerme mucho, bosteza continuamente dentro de su bata deshilachada. No hace nada, pero es que nada. Encogerse de hombros es su gesto preferido. Es de esa clase de personas que tienen la costumbre de irse a dormir antes de fatigarse. Estar tumbado cuanto más tiempo mejor parece su única aspiración, su modesta aunque envenenada rebeldía. A lo largo de toda la novela de Goncharov, el joven Oblómov raramente deja su habitación, donde permanece tumbado en un diván intentando evitar las propuestas y las obligaciones que le llegan del exterior, y sólo hasta muy avanzado el libro no le veremos, por primera vez, salir de la cama. Ha perdido la costumbre de moverse, de vivir, de ver gente, le parece que se ahoga en medio de la multitud. Es alguien que dio por terminada hace tiempo su vida en sociedad, y vive literalmente como un joven tumbado o, mejor dicho, como un muerto: la vida fluye pero sólo a su lado, sólo al lado de su diván, en realidad la vida nunca ha pasado por él."
 Cada dia la crisis  engrosa el numero de afiliados forzosos al   " oblomovismo " . Quizas por ello ese heroe silencioso de la  novela nos resulta hoy más inquietante que nunca 
Foto de Vivian Maier 
 

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