El arquitecto suizo Peter Zumthor, en su libro. Atmósferas (Gustavo Gili, 2008) , entre otras cosas, dice lo siguiente: "Entro en un edificio, veo un espacio y percibo una atmósfera, y, en décimas de segundo, tengo una sensación de lo que es. La atmósfera habla a una sensibilidad emocional, una percepción que funciona a una increíble velocidad y que los seres humanos tenemos para sobrevivir. No en todas las situaciones queremos recapacitar durante mucho tiempo sobre si aquello nos gusta o no, sobre si debemos salir corriendo de allí. Hay algo dentro de nosotros que nos dice enseguida un montón de cosas: un entendimiento inmediato, un rechazo inmediato. Naturalmente, conocemos bien la respuesta en el ámbito de la música. En el primer movimiento de la sonata para viola de Brahms (Sonata nº 2 en mi bemol mayor para viola y piano), cuando entra la viola, en un par de segundos ya está ahí, y no sé bien por qué. Y algo parecido ocurre en el ámbito de la arquitectura. No tan poderosa como en la más grande de las artes, la música, pero también está ahí".

Mi deseo seria crear en este blog una atmósfera, nada más que una atmósfera.


sábado, 31 de marzo de 2012

Sólo un día para amar

Todavía quedan restos de humedad,
sus olores llenan ya mi soledad,
en la cama su silueta
se dibuja cual promesa
de llenar el breve espacio en que no está.

Todavía yo no sé si volverá,
nadie sabe al día siguiente lo que hará,
rompe todos mis esquemas
no confiesa ni una pena,
no me pide nada a cambio de lo que dá.

Suele ser violenta y tierna
no habla de uniones eternas,
más se entrega cual si hubiera
sólo un día para amar.

No comparte una reunión
más le gusta la canción
que comprometa su pensar.

Todavía no pregunté: te quedarás,
temo mucho a la respuesta de un jamás,
la prefiero compartida
antes de vaciar mi vida
no es perfecta mas se acerca a lo que yo
simplemente soñé.
( PABLO MILANES )
Foto de Sylvain Harrison

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