Eran la cara B del "sueño americano" . Diane Arbus charlaba con prostitutas, travestís, enanos, deformes, discapacitados, personajes "al margen " a los que les explicaba su pasión por la fotografía y luego los convencía en dejarse retratar.
Siempre en blanco y negro, su logró fue hacer que miraran de frente a la cámara para que el flash revelara sus imperfecciones. Y aquello que en la oscuridad simula normalidad al contacto con la luz horroriza. ¿Su intención era provocar en el espectador “temor y vergüenza” ? No hay en ellas el menor atisbo de contemplación de la amargura .
Vestía de manera descuidada ( duraba semanas con una misma ropa ) y desarrollaba una convulsa vida sexual (se acostaba indistintamente con hombres y mujeres , muchos de los cuales retrató ) .A pesar de que su reputación de artista iba en ascenso su situación económica fue precaria y las depresiones se hicieron más frecuentes . La razón era que recibía contados encargos y muchas de sus fotos, donde dejaba el alma, despertaban todas las admiraciones posibles, pero las revistas tenían reparos en publicarlas (fue especialista en fotografiar orgías) .
Un 27 de julio de 1971, Diane Arbus se suicidó tras una larga depresión. Aun los trabajos mas arriesgados de Arbus poseen ese salvoconducto mágico de lo artístico . La belleza y el horror son , en ocasiones de manera muy diafana , caras de una misma moneda . A la luz de hoy sus retratos nos siguen perturbando. Quizá porque en ellos subyace esa inquietante normalidad.
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