El arquitecto suizo Peter Zumthor, en su libro. Atmósferas (Gustavo Gili, 2008) , entre otras cosas, dice lo siguiente: "Entro en un edificio, veo un espacio y percibo una atmósfera, y, en décimas de segundo, tengo una sensación de lo que es. La atmósfera habla a una sensibilidad emocional, una percepción que funciona a una increíble velocidad y que los seres humanos tenemos para sobrevivir. No en todas las situaciones queremos recapacitar durante mucho tiempo sobre si aquello nos gusta o no, sobre si debemos salir corriendo de allí. Hay algo dentro de nosotros que nos dice enseguida un montón de cosas: un entendimiento inmediato, un rechazo inmediato. Naturalmente, conocemos bien la respuesta en el ámbito de la música. En el primer movimiento de la sonata para viola de Brahms (Sonata nº 2 en mi bemol mayor para viola y piano), cuando entra la viola, en un par de segundos ya está ahí, y no sé bien por qué. Y algo parecido ocurre en el ámbito de la arquitectura. No tan poderosa como en la más grande de las artes, la música, pero también está ahí".

Mi deseo seria crear en este blog una atmósfera, nada más que una atmósfera.


martes, 21 de febrero de 2012

Los olvidados de Diane Airbus


Eran la  cara B del "sueño americano" .  Diane Arbus  charlaba  con prostitutas, travestís, enanos, deformes, discapacitados, personajes "al margen " a los que  les explicaba su pasión por la fotografía y luego los convencía en dejarse retratar.

Siempre en blanco y negro, su logró fue hacer que  miraran de frente a la cámara para que el flash revelara sus imperfecciones. Y aquello que en la oscuridad simula normalidad al contacto con la luz horroriza. ¿Su intención era provocar  en el espectador “temor y vergüenza” ? No hay en ellas el menor atisbo de contemplación de la amargura  .
  Vestía de manera descuidada (  duraba semanas con una misma ropa ) y desarrollaba  una convulsa  vida sexual  (se acostaba indistintamente con hombres y mujeres ,  muchos de los cuales retrató ) .A pesar de que su reputación de artista iba en ascenso  su situación económica fue precaria y  las depresiones se hicieron más frecuentes . La razón era que recibía contados encargos y muchas de sus fotos, donde dejaba el alma, despertaban todas las admiraciones posibles, pero las revistas tenían reparos en publicarlas (fue especialista en fotografiar orgías) .

Un 27 de julio de 1971, Diane Arbus se suicidó tras una larga depresión. Aun los  trabajos mas arriesgados de  Arbus poseen ese salvoconducto  mágico de lo artístico . La belleza y el horror son , en ocasiones de manera muy diafana , caras de una misma moneda .  A la luz de hoy sus retratos  nos siguen perturbando. Quizá porque en ellos subyace  esa   inquietante normalidad.

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