En el verano de 2007 sufrio un accidente mientras practicaba esquí acuático. Era sólo un recuerdo hasta que, seis meses después, tuvo una "jaqueca de siete días". Una resonancia magnética dio luz sobre una masa de sangre acumulada en el cerebro. Los médicos le dijeron que debía haberse quedado paralizada o muerta. "Me sorprendió saber que era tan frágil, tan débil. No tenía idea de cuánto me horrorizaba morir."
El consuelo llegaria con su disco IRM (la sigla en francés de imagen de resonancia magnética) y bien sabe Dios que que el cielo puede esperar !
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