El arquitecto suizo Peter Zumthor, en su libro. Atmósferas (Gustavo Gili, 2008) , entre otras cosas, dice lo siguiente: "Entro en un edificio, veo un espacio y percibo una atmósfera, y, en décimas de segundo, tengo una sensación de lo que es. La atmósfera habla a una sensibilidad emocional, una percepción que funciona a una increíble velocidad y que los seres humanos tenemos para sobrevivir. No en todas las situaciones queremos recapacitar durante mucho tiempo sobre si aquello nos gusta o no, sobre si debemos salir corriendo de allí. Hay algo dentro de nosotros que nos dice enseguida un montón de cosas: un entendimiento inmediato, un rechazo inmediato. Naturalmente, conocemos bien la respuesta en el ámbito de la música. En el primer movimiento de la sonata para viola de Brahms (Sonata nº 2 en mi bemol mayor para viola y piano), cuando entra la viola, en un par de segundos ya está ahí, y no sé bien por qué. Y algo parecido ocurre en el ámbito de la arquitectura. No tan poderosa como en la más grande de las artes, la música, pero también está ahí".

Mi deseo seria crear en este blog una atmósfera, nada más que una atmósfera.


martes, 3 de julio de 2012

Alfonso Sucasas , el pincel revoltoso

"Nada é ninguén somos/catro a desmentir o consumo dos días que se deben.../...o prato de zucre, o cigarro, o corredor baleiro./Siseñorsí, amén, amén, amén». eran el final del poema que el escritor Xosé Vázquez Pintor dedicó la pasada semana a la memoria de Alfonso Sucasas .
 Se nos ha ido otro de los gigantes de ese Deza microclimatico donde han florecido otros clásicos como Laxeiro  , Colmeiro o Lamazares . Sucasas  era  un gran dibujante  , un revoltoso individualista poco dado a las relaciones publicas  , «pouco de barullito » diría él , un gran colorista ,un pintor de trazo serio, sensible, fuerte, de dibujo limpio y  largo ,  evocador de pasados donde la gente "ainda botaba unha partida  as cartas " , de torsiones a lo Bacon , de pañoletas , de mascaras y sombreros , de rostros contundentes conseguidos  con escasos trazos gracias a una intuición poco común .Le bastaba "humedecer los  pinceles en mis emociones ",  confesaba 
Esos pinceles que han librado mil batallas  entierrenlos de pie . Lo merecen . 

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