El arquitecto suizo Peter Zumthor, en su libro. Atmósferas (Gustavo Gili, 2008) , entre otras cosas, dice lo siguiente: "Entro en un edificio, veo un espacio y percibo una atmósfera, y, en décimas de segundo, tengo una sensación de lo que es. La atmósfera habla a una sensibilidad emocional, una percepción que funciona a una increíble velocidad y que los seres humanos tenemos para sobrevivir. No en todas las situaciones queremos recapacitar durante mucho tiempo sobre si aquello nos gusta o no, sobre si debemos salir corriendo de allí. Hay algo dentro de nosotros que nos dice enseguida un montón de cosas: un entendimiento inmediato, un rechazo inmediato. Naturalmente, conocemos bien la respuesta en el ámbito de la música. En el primer movimiento de la sonata para viola de Brahms (Sonata nº 2 en mi bemol mayor para viola y piano), cuando entra la viola, en un par de segundos ya está ahí, y no sé bien por qué. Y algo parecido ocurre en el ámbito de la arquitectura. No tan poderosa como en la más grande de las artes, la música, pero también está ahí".

Mi deseo seria crear en este blog una atmósfera, nada más que una atmósfera.


miércoles, 11 de enero de 2012

Peces de ciudad

Leo que en el centro de Madrid  ,  adherido  a semáforos ,  han colocado un inquietante anuncio   titulado Cuidamos peces que viene a plantearnos  esta hipotesis "Imagínese que le sobreviene una urgencia o le sale un plan repentino que le obliga a salir de casa y, justo cuando va a hacerlo, le asalta la pregunta: ¿actuaré correctamente si dejo solo a mi pez?". Y sigue: "Dos chicas responsables y trabajadoras de 15 años se hacen cargo del suyo por el módico precio de 5 euros/hora. Preferencia por casas con televisión y/o Internet". Y, debajo, la consabida ristra de cupones con una dirección de correo electrónico.
Probablemente no sea una broma ni un modo provocador de agitar nuestras conciencias sino una ingeniosa vía de escape al paro juvenil
Luego he visto en internet esta  fotografía de Frey y ha venido a mi memoria aquel viejo eslogan feminista que decía que una mujer sin un hombre es como un pez sin una bicicleta .
 Es probable que Frey  solo quisiese  transmitirnos  el escaso trafico vial que había en ese cantón de Zúrich en aquellos años 40  .
Todos estamos de uno u otro modo desvalidos .
Quizás todos seamos peces de ciudad.

Theo Frey (1908-1997) cantón de Zúrich, hacia 1941.

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