El arquitecto suizo Peter Zumthor, en su libro. Atmósferas (Gustavo Gili, 2008) , entre otras cosas, dice lo siguiente: "Entro en un edificio, veo un espacio y percibo una atmósfera, y, en décimas de segundo, tengo una sensación de lo que es. La atmósfera habla a una sensibilidad emocional, una percepción que funciona a una increíble velocidad y que los seres humanos tenemos para sobrevivir. No en todas las situaciones queremos recapacitar durante mucho tiempo sobre si aquello nos gusta o no, sobre si debemos salir corriendo de allí. Hay algo dentro de nosotros que nos dice enseguida un montón de cosas: un entendimiento inmediato, un rechazo inmediato. Naturalmente, conocemos bien la respuesta en el ámbito de la música. En el primer movimiento de la sonata para viola de Brahms (Sonata nº 2 en mi bemol mayor para viola y piano), cuando entra la viola, en un par de segundos ya está ahí, y no sé bien por qué. Y algo parecido ocurre en el ámbito de la arquitectura. No tan poderosa como en la más grande de las artes, la música, pero también está ahí".

Mi deseo seria crear en este blog una atmósfera, nada más que una atmósfera.


lunes, 18 de febrero de 2013

Un kilo 200 gramos

Casi todo lo que hacemos , pensamos o sentimos no está bajo nuestro control consciente sino bajo ese enigmatico centro de control que esta encerrado en el kilo 200 gramos de nuestro cerebro . Esta es la tesis que encierra el fascinante libro "INCOGNITO " de David Eagleman (Ed Anagrama )
En un reciente experimento, se les pidió a algunos hombres que clasificaran las fotos de diferentes caras de mujer según su atractivo físico. Las fotos eran de veinte por veinticinco, y mostraba a las mujeres mirando a la cámara o en un perfil de tres cuartos. Sin que los hombres lo supieran, en la mitad de las fotos las mujeres tenían los ojos dilatados y en la otra mitad no. De manera sistemática, los hombres se sintieron más atraídos por las mujeres de ojos dilatados. Lo más extraordinario es que ninguno de ellos se dio cuenta de que eso había influido en su decisión. Ninguno de ellos dijo: «He observado que sus pupilas eran dos milímetros más grandes en esta foto que en esta otra.» Simplemente se sintieron más atraídos por unas mujeres que por otras por razones que fueron incapaces de identificar.

Así pues, ¿quién elige? En el funcionamiento en gran medida inaccesible del cerebro, algo sabía que los ojos
dilatados de las mujeres tenían relación con la excitación y la buena disposición sexual

     Foto de Bert Stern 

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