El arquitecto suizo Peter Zumthor, en su libro. Atmósferas (Gustavo Gili, 2008) , entre otras cosas, dice lo siguiente: "Entro en un edificio, veo un espacio y percibo una atmósfera, y, en décimas de segundo, tengo una sensación de lo que es. La atmósfera habla a una sensibilidad emocional, una percepción que funciona a una increíble velocidad y que los seres humanos tenemos para sobrevivir. No en todas las situaciones queremos recapacitar durante mucho tiempo sobre si aquello nos gusta o no, sobre si debemos salir corriendo de allí. Hay algo dentro de nosotros que nos dice enseguida un montón de cosas: un entendimiento inmediato, un rechazo inmediato. Naturalmente, conocemos bien la respuesta en el ámbito de la música. En el primer movimiento de la sonata para viola de Brahms (Sonata nº 2 en mi bemol mayor para viola y piano), cuando entra la viola, en un par de segundos ya está ahí, y no sé bien por qué. Y algo parecido ocurre en el ámbito de la arquitectura. No tan poderosa como en la más grande de las artes, la música, pero también está ahí".

Mi deseo seria crear en este blog una atmósfera, nada más que una atmósfera.


jueves, 6 de marzo de 2014

Cuando ya no queden locos


No sabían si incinerarlo o enterrarlo . Nadie se pronunciaba. No tenia a nadie .
Quizás por eso él  se sentía tan al margen de la vida pues para muchos parecía  que hace ya tiempo  hubiese muerto. Ésa dicen llego a ser  una de sus paranoias más frecuentes,  también tenia otras, como una según la cual la CIA lo persigue desde hace años pero  ¿quien no tiene paranoias?  Un vecino mio , también veía a la CIA  tras sus pasos  pero le resulto poco  poético descubrir que se trataba de su mujer sospechando de sus infidelidades .
Tras temporadas en la Lopez Ibor pretendía en un futuro dejar la poesía y dedicarse a la psiquiatría ,  si le pagasen los derechos . Quizás no ironizaba . Los locos , como los borrachos , tienen esa mania de decir la verdad .
Bajo ese tópico de loco oficial de la poesía española , Leopoldo María Panero  nos ha dejado escritos  con su caótica desmesura poemas de una belleza cegadora como este “A mi madre”, que termina: “y dicen que llueve por nosotros y que la nieve es nuestra / y ahora que el poema expira / te digo como un niño, ven / he construido una diadema / (sal al jardín y verás cómo la noche nos envuelve)”.
Foto de Willy Ronis 

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