ATMOSFERA RESPIRABLE: Niemeyer , la sensualidad del hormigon

El arquitecto suizo Peter Zumthor, en su libro. Atmósferas (Gustavo Gili, 2008) , entre otras cosas, dice lo siguiente: "Entro en un edificio, veo un espacio y percibo una atmósfera, y, en décimas de segundo, tengo una sensación de lo que es. La atmósfera habla a una sensibilidad emocional, una percepción que funciona a una increíble velocidad y que los seres humanos tenemos para sobrevivir. No en todas las situaciones queremos recapacitar durante mucho tiempo sobre si aquello nos gusta o no, sobre si debemos salir corriendo de allí. Hay algo dentro de nosotros que nos dice enseguida un montón de cosas: un entendimiento inmediato, un rechazo inmediato. Naturalmente, conocemos bien la respuesta en el ámbito de la música. En el primer movimiento de la sonata para viola de Brahms (Sonata nº 2 en mi bemol mayor para viola y piano), cuando entra la viola, en un par de segundos ya está ahí, y no sé bien por qué. Y algo parecido ocurre en el ámbito de la arquitectura. No tan poderosa como en la más grande de las artes, la música, pero también está ahí".

Mi deseo seria crear en este blog una atmósfera, nada más que una atmósfera.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Niemeyer , la sensualidad del hormigon

" Se eu fago tudo hoxe o que facia con 60 anos , enton eu teño 60 anos " le gustaba afirmar . Le parecia horrible pensar en sus más de 100 años , porque "a vida é curta , apenas un minuto " Para él la arquitectura no era lo más importante , lo importante de verdad era la vida , fue un precursor de formas arquitectónicas diferentes porque la arquiectura como la vida era invención y debia crear sorpresa
"No es la línea recta la que me atrae, dura, inflexible, creada por el hombre. La que me atrae es la curva libre y sensual. La curva que encuentro en las montañas de mi país, en la sinuosidad de sus ríos, en las nubes del cielo y en las olas del mar"
De curvas estaban hechas tambien esas garotas que tanto admiraba Oscar Ribeiro de Almeida Niemeyer Soares y para quien la arquitectura no fue otra cosa que "conmoción, emoción, sorpresa, diferencia y poesía, cosas que no están sujetas a la escuadra y el cartabón".