El arquitecto suizo Peter Zumthor, en su libro. Atmósferas (Gustavo Gili, 2008) , entre otras cosas, dice lo siguiente: "Entro en un edificio, veo un espacio y percibo una atmósfera, y, en décimas de segundo, tengo una sensación de lo que es. La atmósfera habla a una sensibilidad emocional, una percepción que funciona a una increíble velocidad y que los seres humanos tenemos para sobrevivir. No en todas las situaciones queremos recapacitar durante mucho tiempo sobre si aquello nos gusta o no, sobre si debemos salir corriendo de allí. Hay algo dentro de nosotros que nos dice enseguida un montón de cosas: un entendimiento inmediato, un rechazo inmediato. Naturalmente, conocemos bien la respuesta en el ámbito de la música. En el primer movimiento de la sonata para viola de Brahms (Sonata nº 2 en mi bemol mayor para viola y piano), cuando entra la viola, en un par de segundos ya está ahí, y no sé bien por qué. Y algo parecido ocurre en el ámbito de la arquitectura. No tan poderosa como en la más grande de las artes, la música, pero también está ahí".

Mi deseo seria crear en este blog una atmósfera, nada más que una atmósfera.


sábado, 8 de diciembre de 2012

Dedicatoria de Saint - Exupéry


EL PRINCIPITO

A Leon Werth:
Pido perdón a los niños por haber dedicado este libro a una persona mayor. 
Tengo una seria
excusa: esta persona mayor es el mejor amigo que tengo en el mundo. 
Tengo otra excusa: esta persona
mayor es capaz de entenderlo todo, hasta los libros para niños. 
Tengo una tercera excusa: esta persona
mayor vive en Francia, donde pasa hambre y frío. Verdaderamente necesita consuelo. Si todas esas
excusas no bastasen, bien puedo dedicar este libro al niño que una vez fue esta persona mayor. Todos
los mayores han sido primero niños. (Pero pocos lo recuerdan). 
Corrijo, pues, mi dedicatoria:
A LEON WERTH
CUANDO ERA NIÑO
Foto de Cartier-Bresson

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