O Pataco de Acebedo ( Virxilio Vieitez ) |
¿(..) qué significa el amor, la muerte, el nacimiento de los niños?. ¿Por qué existen la montaña y la nieve, los caballos, la noche y el viento, la música, el aguardiente y la mujer? Esas preguntas sólo pueden responderse contando una historia. Y todas esas historias juntas participan de la construcción del mundo tanto como la roturación de los campos, la búsqueda de pastos en las laderas de los montes, o el trazado de las acequias. Forman parte de esa actividad común. ¿Que nos dice esa actividad, esa memoria siempre vigilante? Que hay una continuidad entre el hombre y el mundo. Que un establo puede ser como el interior de un animal, y que el fogón brillante que una mujer acaba de limpiar recuerda a un caballo negro recién cepillado. También que nuestros gestos no tienen por único destinatario a los otros hombres. Uno de los personajes de Puerca tierra recupera su vieja armónica y se pone a tocar en el bosque. “Tocaba para la montaña y para la mujer, escribe Berger. Para los muertos y para los no nacidos”. Es decir, no sólo existe una continuidad entre el mundo orgánico y el inorgánico, entre los animales y el hombre, sino también entre los vivos y los muertos. O dicho de otra forma, en la mirada del hombre, materia y espíritu, trabajo e imaginación, descripción y cuento se confunden. ( G. MARTIN GARZO , prologo a PUERCA TIERRA de JOHN BERGER )
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