El arquitecto suizo Peter Zumthor, en su libro. Atmósferas (Gustavo Gili, 2008) , entre otras cosas, dice lo siguiente: "Entro en un edificio, veo un espacio y percibo una atmósfera, y, en décimas de segundo, tengo una sensación de lo que es. La atmósfera habla a una sensibilidad emocional, una percepción que funciona a una increíble velocidad y que los seres humanos tenemos para sobrevivir. No en todas las situaciones queremos recapacitar durante mucho tiempo sobre si aquello nos gusta o no, sobre si debemos salir corriendo de allí. Hay algo dentro de nosotros que nos dice enseguida un montón de cosas: un entendimiento inmediato, un rechazo inmediato. Naturalmente, conocemos bien la respuesta en el ámbito de la música. En el primer movimiento de la sonata para viola de Brahms (Sonata nº 2 en mi bemol mayor para viola y piano), cuando entra la viola, en un par de segundos ya está ahí, y no sé bien por qué. Y algo parecido ocurre en el ámbito de la arquitectura. No tan poderosa como en la más grande de las artes, la música, pero también está ahí".
Mi deseo seria crear en este blog una atmósfera, nada más que una atmósfera.
martes, 30 de agosto de 2011
lunes, 29 de agosto de 2011
Recéteme su blues ! Dr. House
Toda la belleza del mundo
Foto de Martin Munkácsi |
viernes, 5 de agosto de 2011
Recogiendo los bártulos
Este blog se tomará un respiro durante el mes de agosto
jueves, 4 de agosto de 2011
Hoy no me levanto yo
( DEDICADO A MI HERMANA RITA , QUE HACE MUCHAS GUARDIAS )
Summertime : el mar de Camus
"Crecí en el mar y la pobreza me fue fastuosa; luego perdí el mar y entonces todos los lujos me parecieron grises, la miseria intolerable. Aguardo desde entonces. Espero los navíos que regresan, la casa de las aguas, el día límpido. Aguardo pacientemente pues soy civilizado con todas mis fuerzas.
( ...) Y así, yo que no poseo nada, que he dado mi fortuna, que me detengo en cualquier lugar poco tiempo, estoy sin embargo satisfecho cuando lo quiero, me acomodo a cualquier hora y me ignora la desesperación. El desesperado y yo no tenemos patria. Sé que el mar me precede y me sigue.( ...)Se dan algunas noches cuya dulzura se prolonga, sí, ayuda a morir el saber que tales noches volverán a darse después de nosotros sobre la tierra y el mar. ¡Gran mar siempre trabajado, siempre virgen, mi religión con la noche!. El mar nos lava y nos colma en sus surcos estériles. Nos librea y nos mantiene erguidos. A cada ola nos hace una promesa, siempre la misma.Deliciosa angustia de ser, exquisita proximidad a un peligro del que no conocemos el nombre; ¿quiere entonces decir que vivir es correr a la perdición de uno mismo?. De nuevo, sin espera, corramos a nuestra perdición… " ALBERT CAMUS
( ...) Y así, yo que no poseo nada, que he dado mi fortuna, que me detengo en cualquier lugar poco tiempo, estoy sin embargo satisfecho cuando lo quiero, me acomodo a cualquier hora y me ignora la desesperación. El desesperado y yo no tenemos patria. Sé que el mar me precede y me sigue.( ...)Se dan algunas noches cuya dulzura se prolonga, sí, ayuda a morir el saber que tales noches volverán a darse después de nosotros sobre la tierra y el mar. ¡Gran mar siempre trabajado, siempre virgen, mi religión con la noche!. El mar nos lava y nos colma en sus surcos estériles. Nos librea y nos mantiene erguidos. A cada ola nos hace una promesa, siempre la misma.Deliciosa angustia de ser, exquisita proximidad a un peligro del que no conocemos el nombre; ¿quiere entonces decir que vivir es correr a la perdición de uno mismo?. De nuevo, sin espera, corramos a nuestra perdición… " ALBERT CAMUS
" De Enfriamiento " DENIS PIEL |
martes, 2 de agosto de 2011
Magritte , el pintor de la extrañeza
No sabemos si la manzana es demasiado grande o la habitación excesivamente pequeña
lunes, 1 de agosto de 2011
José Domínguez, El Cabrero
Este "pastor de nubes", como ha titulado su último disco, sólo canta cuando quiere. Canta como anda, es decir, asegurándose del terreno que ve y pisa "y, a ser posible, con el horizonte largo". Mientras "camine el tiempo", dice, seguirá con su rebeldía, con ese grito que está en el alma de su cante
Se nota que soy del monte, como el barco es de la mar.
Soy lento en mi caminar y el silencio es mi horizonte,
y eso el campo me lo da.
Hay quien tiene las ideas de un jabalí malherío.
Yo se que en el pueblo mío me han tratao como a una fiera,
porque nunca me he vendío.
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